Parroquia de Santa María de la Natividad

Descripción

Explora la Historia en la Parroquia de la Natividad

Arte y Devoción en la Esquina del Zócalo:

Enclavada en una de las esquinas del zócalo, la Parroquia de Santa María de la Natividad es un testimonio arquitectónico de devoción que comenzó a construirse a principios de 1644. Este templo destaca por sus elementos churriguerescos, siendo embellecido con obras del pintor poblano Luis Berrueco.

Churrigueresco y Pinturas que Narran:

La parroquia presenta dos altares de estilo churrigueresco, una expresión artística que se caracteriza por la exuberancia decorativa. Los altares, decorados con la maestría de Luis Berrueco, son testimonios de la riqueza artística que floreció en la región. Las pinturas que adornan el templo cuentan historias que han perdurado a lo largo del tiempo.

El Escudo Real y su Legado:

La fachada de la Parroquia de la Natividad alberga un tesoro histórico: el Escudo real de la corona española del Siglo XVII. Este escudo, elaborado por manos indígenas bajo la guía de sacerdotes españoles en 1644, simboliza la fusión de dos culturas. La construcción finalizó en 1770, dejando una obra que trasciende en el tiempo.

Campanario, Reloj y Tradición:

La torre de la parroquia se levanta con imponencia, albergando el campanario cuyas campanas han resonado por siglos. Justo debajo, un reloj, a pesar del paso del tiempo, sigue marcando las horas con precisión. Estos elementos no solo son parte de la estructura, sino también de la tradición y la vida cotidiana de la comunidad.

Sumérgete en la Historia:

La Parroquia de la Natividad es más que un edificio religioso; es un portal hacia el pasado. Explorar sus pasillos significa sumergirse en la rica historia de Atlixco, donde el arte, la religión y la fusión de culturas se entrelazan en cada detalle arquitectónico. El tiempo se detiene mientras contemplas el escudo real, las pinturas y las campanas que han resonado a través de generaciones.

Presencia Continua:

A pesar de los siglos, la Parroquia de la Natividad sigue siendo un faro espiritual y cultural en Atlixco.

Con su presencia imponente y su conexión con la historia, invita a los visitantes a reflexionar sobre el pasado y a admirar la belleza que ha perdurado a lo largo del tiempo.